Foto realizada por Araceli Capuchino.
ESTAR EN EL LUGAR ADECUADO EN EL TIEMPO PRECISO. CASUALIDAD& SINCRONICIDAD
Recibir un mensaje de whassap de una amiga con esta foto es
un regalo que me hace sonreír. Que se acuerden de ti al verlo, que se esfuercen
en parar el coche, bajarse y tomar esa instantánea con el móvil, eso no tiene
precio. Gracias mil.
Y en derivada, quiero hablar del momento casualidad. ¿Qué hay
de verdad en eso de estar en el sitio adecuado en el momento preciso? Todo
es relativo y lleva puntos suspensivos. Tengo
claro que toda búsqueda supone un esfuerzo, el buscador lo sabe, por eso
siempre está en alerta activa. Nada llega por azar. Podríamos indicar que hay
encuentros en primera y segunda persona que podrían parecer fruto de la
casualidad, pero no es así; nada sucede por casualidad. Y, ¿qué escriben otros pensadores
sobre este tema para iluminarme un poco?:
Jorge Luis Borges escribió sobre los seres que llegan a
nuestra vida: “Habrá de los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos
dejarán nada” Y es que Borges
opina, al igual que yo, que todo el mundo llega para dejarte un poso y llevarse
algo de ti. Como si fuera un intercambio de conocimientos no necesariamente
justo pero necesario.
Mario Benedetti también afirmó: “Somos una casualidad llena de intención”. Entonces, todo, está
movido por intención, o lo que podríamos denominar ¿interés?, entiéndase
entonces la casualidad con un valor añadido: el lado práctico. ¿Para qué ha llegado esta persona a mi vida?
Julio Cortázar apuntó además: “Y debo decirte que confío
plenamente en la casualidad de haberte conocido”. Estaba enamorado y no podía ser de otro modo no dejarse llevar
por un sentimiento tan profundo y esperanzador como lo es el amor. Confiaba
plenamente en ella, no en la casualidad de haberla conocido, pero la frase le
quedó de un poético…
Definiré también la sincronicidad, porque creo que a veces estos
términos se confunden. Veamos ejemplos
sencillos: sincronicidad es eso que pasa
cuando estás pensando en alguien y de repente suena el teléfono y es justo esa
persona; o bien recuerdas un viaje y te salta un aviso del
grupo para organizar el siguiente, o
estás organizando un evento y de repente empiezas a ver un montón de publicidad al respecto. André Bretón nos
habló del “azar objetivo” cuando
existe coincidencia entre lo que una persona desea y lo que el mundo le ofrece.
Y C.G. Jung determinó sobre las sincronicidades que son “coincidencias temporales de dos o más sucesos relacionados entre sí de
una manera no causal”. Y que en determinados procesos de transición como
muertes, divorcios, cambios de trabajo, etc. las personas son más propensas a
las sincronicidades probablemente por
una reestructuración interna causada por la energía de la búsqueda.
En evolución, continuando mi encuentro interior, conectándome
con el lado espiritual, me gusta mucho más el
término sincronicidad, porque quiero
pensar que llamo al universo y me ofrece una respuesta en la dirección
que yo la he pedido. No obstante, os invito, con esta entrada, a que fluyamos dejándonos
llevar por la intuición. Y ocurrirán sucesos no presionados que nos llevarán a
la magia. ¿Dónde hay que firmar?
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